No me puedo creer que hasta ahora no haya puesto aquí ninguna entrada sobre ningún libro, y eso que en los últimos tiempos he leído cosas bastante interesantes. Como nunca (o casi nunca) es tarde para enmendarse, he decidido elegir el último libro que he leído para hacer un breve comentario.
"Brooklyn Follies" es uno de los últimos libros del escritor estadounidense Paul Auster. He perdido ya la cuenta de las obras que he leído de este autor. Recuerdo que hace años compraba una revista literaria en la que de vez en cuando hablaban de Auster, siempre de maravilla, y me entraron ganas de leerlo. Sin embargo, pasaron años antes de que un día, en una librería, vi un libro suyo y decidí comprarlo. Lo devoré en pocos días y desde entonces es una auténtica adicción para mí.
Pero bueno, centrémonos en "Brooklyn Follies": cuenta la historia de Nathan, un hombre de unos sesenta años que tras haber superado un cáncer de pulmón y un complicado divorcio decide marcharse a Brooklyn para morir allí. Lo que él no sabe es que Brooklyn va a significar para él todo lo contrario, la vida con mayúsculas. Allí se encontrará con un grupo de personajes de lo más peculiar: su sobrino Tom, que pasó de preparar una tesis doctoral a conducir un taxi; el dueño homosexual de una librería con un pasado muy ajetreado; la BPM, "Bella y Perfecta Madre"; la niña Lucy que parece haber hecho un voto de silencio... Todo esto le hará llenar páginas y más páginas de un proyecto que comienza al llegar a Brooklyn: "El libro del desvarío humano".
Auster maneja la historia con una prosa ágil y fluida, incluyendo temas característicos en él como el amor por la literatura, la eterna búsqueda del cambio, las desapariciones misteriosas... Es un canto hermoso a la vida, al amor, a la lucha por encontrar un sitio en un mundo loco.
La diferencia básica que encontré en esta novela con respecto a otros libros de Auster es el humor. Hay pasajes totalmente hilarantes, con historias sorprendentes con las que es imposible no reír. Sin embargo, la parte que más me gustó, y que me emocionó también, fue la historia de la muñeca de Kafka que Tom cuenta a su tío Nathan en una ocasión, historia que por lo que he buscado por ahí parece que fue real. Si alguien quiere conocerla que lo busque en google o me lo pregunte por aquí, porque seguro que le gustará, igual que el libro.
"Brooklyn Follies" es uno de los últimos libros del escritor estadounidense Paul Auster. He perdido ya la cuenta de las obras que he leído de este autor. Recuerdo que hace años compraba una revista literaria en la que de vez en cuando hablaban de Auster, siempre de maravilla, y me entraron ganas de leerlo. Sin embargo, pasaron años antes de que un día, en una librería, vi un libro suyo y decidí comprarlo. Lo devoré en pocos días y desde entonces es una auténtica adicción para mí.
Pero bueno, centrémonos en "Brooklyn Follies": cuenta la historia de Nathan, un hombre de unos sesenta años que tras haber superado un cáncer de pulmón y un complicado divorcio decide marcharse a Brooklyn para morir allí. Lo que él no sabe es que Brooklyn va a significar para él todo lo contrario, la vida con mayúsculas. Allí se encontrará con un grupo de personajes de lo más peculiar: su sobrino Tom, que pasó de preparar una tesis doctoral a conducir un taxi; el dueño homosexual de una librería con un pasado muy ajetreado; la BPM, "Bella y Perfecta Madre"; la niña Lucy que parece haber hecho un voto de silencio... Todo esto le hará llenar páginas y más páginas de un proyecto que comienza al llegar a Brooklyn: "El libro del desvarío humano".
Auster maneja la historia con una prosa ágil y fluida, incluyendo temas característicos en él como el amor por la literatura, la eterna búsqueda del cambio, las desapariciones misteriosas... Es un canto hermoso a la vida, al amor, a la lucha por encontrar un sitio en un mundo loco.
La diferencia básica que encontré en esta novela con respecto a otros libros de Auster es el humor. Hay pasajes totalmente hilarantes, con historias sorprendentes con las que es imposible no reír. Sin embargo, la parte que más me gustó, y que me emocionó también, fue la historia de la muñeca de Kafka que Tom cuenta a su tío Nathan en una ocasión, historia que por lo que he buscado por ahí parece que fue real. Si alguien quiere conocerla que lo busque en google o me lo pregunte por aquí, porque seguro que le gustará, igual que el libro.